Vista desde Simplesmente Vinho

El río Duero, ese caudal de vida que surca Castilla y llega hasta al Atlántico. Aguas que hablan de historia, de vida y de tiempos que ya no volverán. Ese río que parte la Península Ibérica pero que a la vez nos une con nuestra vecina Portugal.

Si viajamos un poco en el tiempo – un año o poco más – nos encontrábamos visitando Portugal de la mano de nuestro colega David Ayala, quien estudió su Erasmus en Vila-Real. Allí, conoció a varios colegas lusos que le enseñaron su cultura, su gastronomía y por supuesto, sus vinos. Nos encontrábamos hace un año asistiendo a dos de las mejores ferias de vino que posiblemente haya en Europa actualmente: Essencia do Vinho, para aquellos que prefieran salir de fiesta en camisa y Simplesmente Vinho, para el público más indie.

Simplesmente Vinho 2019
Nat Cool Gang

Como Jóvenes por el Vino no entiende de etiquetas y sí de mucha diversidad, decidimos asistir a ambas. Y allí estábamos, en el corazón de Oporto, disfrutando del río Duero, nuestro río Duero, pero esta vez con Tinta Roriz, Rabigato o Viosinho en nuestras manos en vez de Tempranillos, Garnachas o Viuras. Todo lo que sucedió en el resto del viaje se queda entre las personas que allí asistieron, pero vamos que mal, mal, no se pasó.

Después de aquel viaje que nos marcó, creíamos y veíamos necesario firmar más alianzas con nuestros vecinos. Conocer más de ellos y compartir entre nosotros lo que nos puede unir: el vino. Es curioso que conozcamos más de lo que pase en Venezuela o Corea del Norte que de lo que pasa en el país que tenemos al lado. Por ello, hemos decidido volver a unir lo que un día se separó, y es ni más ni menos que, en Tordesillas donde haremos posible este hermanamiento entre España y Portugal.

O -Tratado, el 1 de febrero en el Convento El Carmelo de Tordesillas, donde celebramos nuestro primer aniversario como asociación. Habrá una gran representación de vinos portugueses y españoles – principalmente del Duero – y también contaremos con música lusa, flamenco fusión, jotas y pachangueo para que nadie se quede sin disfrutar.

¡Viva lo que nos une!